EL CHOCOLATE DEL LORO

A raíz de los últimos acontecimientos acaecidos en Portugal a partir del día 5 de abril de 2013 según los cuales el Tribunal Constitucional declaró ilegal algunas de las medidas adoptadas por el gobierno de Pedro Passos Coelho (la suspensión de una de las pagas extras de los funcionarios y pensionistas así como otros recortes en servicios sociales), hemos observado una vez más cuál es el proceder por el que se opta en el caso de que la justicia de la razón a los trabajadores: más recortes, más sometimiento, menos derechos y más represión. En concreto, en el caso portugués, poco tardó en salir el presidente de su gobierno a anunciar -o más bien amenazar- que las consecuencias de esta decisión judicial irremediablemente iban a motivar la implementación de un nuevo paquete de recortes y merma en los derechos de la población, así como en los sectores de la Educación, Sanidad, prestaciones de la Seguridad Social y en Empresas Públicas.

Al mismo tiempo llama la atención que las duras y estrambóticas medidas económicas y de recortes sociales (impuesto dormitorio, reducción de las pensiones a mayores de 65 años, reducción de las ayudas sociales, endurecimiento de las medidas fiscales…) con las que el primer ministro británico –David Cameron– castiga a su población, contrastan con el enorme gasto (10 millones de libras = 11,7 millones de euros) que, alegremente y casi sin pensarlo dos veces, han despilfarrado en el funeral de la idolatrada Margaret Thatcher, esa famosa “Dama de Hierro” que sembró los vientos que han acabado desencadenado muchas de las tempestades que hoy sufre la mayor parte de la clase trabajadora británica.

Ahora, en un contexto en el que el Gobierno de España anuncia las pésimas estimaciones para el futuro e insinua los nuevos recortes que se van a realizar, lo que supondrá una vuelta a la merma de derechos y explotación social, se van difundiendo sutilmente esos datos para que la población vaya asumiendo la realidad que le va a tocar padecer. Parece ser que los grandes campos sobre los que se cebarán los nuevos recortes serán otra vez las pensiones, la edad de jubilación, el desempleo, los más desfavorecidos (dependientes) y, como le gusta decir a don Mariano, alguna otra partida presupuestaria. Lo que sorprende es que en estas circunstancias haya una parte importante de la población que esté cruzando los dedos para que esos recortes no les afecten inminentemente, tal y como se pudo inferir hace unos días de las declaraciones en las que una periodista se alegraba y le daba las gracias a Rajoy tras comunicarle este que en principio no tenían pensado subir los impuestos… ¡¡Inaudito!!.

La situación ha llegado a tales extremos de sálvese quién pueda, que no me toquen lo mío y de que me quede como estoy, que la población está perdiendo el sentido de la realidad. Quizás en ello haya influido el continuo tormento al que nos han sometido con la repetición sistemática de los mantras: “Hemos vivido por encima de nuestras posibilidades”, “No se puede hacer otra cosa” y “Esto es el chocolate del loro”…

…“El chocolate del loro”, esa expresión tan manida por muchos de nuestros políticos y de sus voceros, comúnmente utilizada por éstos para referirse a lo ineficaz que resulta intentar solucionar los graves problemas de nuestra economía atacando aspectos nimios. Razón no les falta, el problema es la perversión que han hecho y siguen haciendo de este concepto, al igual que han hecho y continúan haciendo con los conceptos de nazismo, fascismo o terrorismo. Según estos individuos en la clasificación del “CHOCOLATE DEL LORO” (aspectos que a su parecer no precisan ser objeto de reforma rigurosa e inminente) se incluyen:

-.El excesivo número de consejeros, asesores, cargos de confianza y puestos creados ex profeso ocupados por personas elegidas a dedo o con cierto grado de consanguinidad con quien los elige para desarrollar un cargo, la mayor parte de las veces innecesario, para el que no se tiene por qué requerir la formación y experiencia apropiada, cobrando por el mismo ingentes cantidades de dinero público (véase más recientemente el caso Carromero). Muchos de estos cargos son incluidos en la relación de trabajadores de la Administración, alterando con alevosía el dato sobre el número excesivo de funcionarios de este país cada vez que se quiere argumentar que tenemos una Administración muy sobrecargada, con el fin de echar funcionarios y seguir enganchando a la teta del Estado a todos los elegidos a dedocracia. (Para entenderlo con más claridad se recomienda analizar el caso TELEMADRID).

-.Las indemnizaciones que se pagan a los diputados del Congreso y Senado (aproximadamente 2.214.923,04 euros anuales) para afrontar los gastos de alojamientos y manutención en Madrid, a pesar de lo que ganan y de que muchos de ellos poseen varios inmuebles en la capital.

-.Las pensiones vitalicias, ayudas y complementación de ingresos que cada mes son pagadas a ex parlamentarios españoles y que sólo en 2012 ascendieron a 2.500.000 euros.

-.Las prebendas económicas de las que disfruta un selecto sector de la política en España y que incluyen tarjetas VISA, coches oficiales, gastos de imagen, viajes en primera clase, hoteles de alto standing…

-.La percepción de sueldos por duplicado, triplicado, cuadruplicado… de los que disfrutan un porcentaje nada despreciable de políticos en nuestro país.

-.La descarada corrupción política y los sobresueldos ilegales de los que también se beneficia una parte considerable de ellos.

-.El millonario gasto (superior al de Alemania o Reino Unido) destinado a mantener el exceso de diplomáticos y embajadas (muchas de ellas convertidas en lugares en los que colocar a familiares y conocidos con un buen salario).

-.El mantenimiento de organismos políticos que realizan funciones similares o que simplemente tienen un carácter más simbólico que útil, pero que a la postre sirven para continuar justificando el desvío de grandes partidas presupuestarias (más de 22.000.000.000 de euros al año) para pagar un sueldo a determinados políticos de nuestro país.

-.La adquisición de armamento y material “anti-disturbio” que continúa incrementando la deuda española. Dicha deuda a febrero de 2012 ascendía aproximadamente a 26.000.000.000 de euros.

-.La pervivencia de un marco legal que no persigue con total rigor y seriedad uno de las grandes vías por las que se va la mayor parte de la riqueza del país, el famoso fraude fiscal, lo que podría llegar a reportar unos 88.500.000.000 de euros.

-.Los privilegios económicos de la Iglesia en España. Más de 13.000.000 de euros mensualmente son destinados de los Presupuestos Generales a dicha institución; 3.000.000.000 de euros anuales deja de ingresar el Estado al no cobrarle el IBI a la Iglesia; entre 7.000.000.000 y 10.000.000.000 de euros anuales son destinados de los fondos del Estado a costear las nóminas de los profesores de religión, subvencionar la educación concertada en colegios católicos, a la asistencia religiosa en cárceles y hospitales o al mantenimiento económico del arzobispado castrense.

-.La concesión de exenciones fiscales a las grandes fortunas, a las SICAV o a aquellas familias que apuestan por el sector educativo privado-concertado.

Todo esto no es más que una parte de la inmensa tableta de ese chocolate del loro que premeditadamente tienden a obviar a la hora de realizar reformas o recortes que ayuden a minimizar los efectos negativos de la terrible crisis por la que estamos pasando. Lo que no se cansan es de repetir que son aspectos irrelevantes que apenas motivarían cambios significativos en el conjunto de la economía, o bien se obcecan en resaltar las graves consecuencias que tendría para el país poner en marcha ciertas medidas contundentes para remediar alguna de ellas. Por ejemplo cuando se habla de establecer unos impuestos más altos para aquellas empresas que obtienen más beneficios, o cuando se habla de realizar una apropiada persecución para evitar que evadan capitales, el argumento con el que meten miedo es el de que con ese proceder sólo conseguiríamos retraer la inversión en nuestro país y propiciar la fuga de capitales (algo que por cierto ya ocurre sin hacer nada).

Por el contrario fuera de la clasificación del “chocolate del loro” a su entender quedan la mayor parte de los logros sociales y derechos que el Estado del bienestar venía garantizando a la población: Sanidad, Educación, Derechos laborales, Derechos sociales e incluso Derechos Humanos.

Esta tendencia no es exclusiva de España, pues también se muestra con claridad en otros países como Portugal, Italia, Inglaterra, Grecia o Chipre. Quizás esa similitud debería desatar nuestras alarmas, pues a la vista de lo acaecido en la mayor parte de ellos en relación con las nuevas u extravagantes políticas que están poniendo en marcha, no resulta disparatado pensar que en breve también serán de aplicación en nuestro país.

Teniendo en cuenta todo esto, ya nadie puede obviar que todas esas medidas que supuestamente se están implementando para salir de la crisis en vez de ayudar a ello lo que realmente hacen es contribuir a profundizar más en la misma (sólo hay que ver los últimos datos de la EPA que muestran ya una cifra de 6.202.700 parados), postergando más y más la posibilidad de recuperación. Además, la mayor parte de esas medidas no están orientadas a salir lo antes posible de la crisis con el menor coste, al tiempo que tampoco persiguen generar un nuevo modelo de desarrollo económico que evite volver a cometer los errores que nos han abocado a la situación actual. Al contrario, todas y cada una de las medidas puestas en marcha están condenando a generaciones enteras a vivir en unas condiciones lamentables o inhumanas, al tiempo que anclan al país en una fase de pobreza y miseria de la que no será posible salir en decenas de años y, cuando se consiga, jamás nada volverá a ser como antes. Por ello no sólo se ha condenado ya a muchas generaciones a un futuro de sufrimiento y carestía, sino que se continúa sembrando las semillas de una situación que lastrará a generaciones venideras que aún están por nacer. Como dice el refrán “El que siembra vientos, recoge tempestades” y estas últimas aún no se han manifestado en todo su esplendor en nuestro país.

Acerca de apedreandocristales

Colectivo de profesionales relacionados con la cultura que pretende aportar una visión alternativa al discurso oficial, edulcorado y limitado comúnmente difundido desde los grupos políticos, sindicales o medios de comunicación.
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